El climatizador automático controla, además de la temperatura deseada por los ocupantes del coche, la orientación de la salida del aire y la potencia del ventilador en una o varias zonas diferentes, así como por la salida de desempañado del parabrisas, y a veces incluso el grado de humedad.
¿En qué consiste?
El sistema de climatización genera aire frio con el objetivo de refrescar la temperatura en el interior del habitáculo. Un control automatizado le permite ofrecer una sensación de confort constante, independientemente de las condiciones meteorológicas.
¿Para qué sirve?
El climatizador automático controla, además de la temperatura deseada por los ocupantes del coche, la orientación de la salida del aire y la potencia del ventilador en una o varias zonas diferentes, así como por la salida de desempañado del parabrisas, y a veces incluso el grado de humedad.
¿Cuáles son los vehículos implicados?
Un sistema de climatización simple puede equiparse en todos los tipos de coche, ya sea de serie o en un taller después de la venta, lo que puede no aplicarse en el caso de que se trate de un climatizador automático ya que emplea diferentes sensores y micro-motores. La mayor parte de los vehículos puede disponer de este equipamiento de serie u opcional. Algunos coches de gama básica solo ofrecen un climatizador semiautomático. En este caso, solo se puede regular la temperatura.
¿Cómo funciona?
El módulo de climatización regula la temperatura, la orientación y la cantidad de aire que entra en el habitáculo. El sistema dispone de varios sensores de temperatura y veces de un sensor a la luz solar, situado encima del cuadro de mandos, que mida la intensidad y la posición del sol. En función de un programa predefinido, la automatización del sistema ajustará todos los parámetros del climatizador para que los pasajeros disfruten de una sensación de confort constante. Por ejemplo, si después de un giro, los ocupantes tienen el sol de cara, el climatizador automático enviará una potencia de ventilación superior hacia la cara para compensar la sensación de calor suplementaria. Algunos vehículos vienen equipados con un sensor de humedad externo, y a veces de un sensor de infrarrojos sobre el parabrisas, para activar la función de desempañado y evitar que el aire del interior sea demasiado seco. En resumen, bajo la denominación “climatizador automático”, el nivel de prestaciones y la cantidad de funciones varía notablemente de un coche a otro.
Lo que hay que recordar.
Controlar la temperatura en el interior del habitáculo es particularmente difícil ya que se trata de un espacio sobre el que actúan diferentes variables que cambian de forma continua: posición del sol a través de las ventanas, calor emitido por el sol, gran superficie de intercambio de temperatura con el exterior, sensación térmica de cada pasajero, etc…. La sensación de confort cambia igualmente en función de diferentes criterios, como por ejemplo la transpiración de la piel o el nivel de cansancio. De esta forma, el aire que se envía directamente al interior del habitáculo puede no ser la temperatura requerida por el conductor pero el objetivo es alcanzar una temperatura final que corresponda con una cierta temperatura subjetiva. Por ejemplo, un sistema automatizado bien configurado emitirá una temperatura ligeramente superior durante la noche ya que el cuerpo necesita alrededor de 1ºC de más en este periodo para tener la misma sensación de confort que durante el resto de la jornada.
Las ventajas
+ Aumento del confort térmico
Los inconvenientes
- Conviene informarse en profundidad sobre las funciones realmente ofrecidas bajo la denominación “climatizador automático”