El invierno ha llegado casi de golpe en toda la Península, y su vehículo necesita un cuidado especial de cara a esta época del año. Debe de saber que existen ciertos controles rápidos que se encuentran al alcance de cualquiera y que sin apenas suponerle mucho gasto, ayudaran a su coche a pasar de forma óptima el periodo invernal
Las lunas y ventanas
Empezar por un poco de limpieza interior y exterior nunca está de más. El siguiente punto a controlar son los pequeños impactos de los parabrisas. Si bien los pequeños impactos no suponen un gran problema, los de mayor tamaño sí que pueden ocasionar graves percances. Esto se debe a que en invierno, sobre todo si su vehículo se aparca en el exterior, los parabrisas se quedan muy fríos, y nuestra primera reacción es poner la calefacción en marcha. Estos cambios bruscos de temperatura pueden hacer que los impactos de piedras se conviertan en grandes fisuras de las lunas. Se trata del mismo riesgo a la inversa que nos puede ocurrir en verano al poner el aire acondicionado, si bien atenuado ya que la temperatura aumenta de forma progresiva.
Si el tamaño del impacto es inferior a un moneda de 2€, la mejor opción es la de llevarlo a reparar a un especialista. En el caso de que disponga de un seguro que le cubra las lunas, esto no debería de costarle nada y puede ahorrarse el costo de un parabrisas nuevo.
En cuanto a la parte trasera, el punto más importante a revisar es el buen funcionamiento de las lunetas térmicas. En caso de que uno o varios de los filamentos no funcionen, lo más probable es que se deba a un pequeño corte en algún lugar de dichos filamentos. Estos se pueden reparar restableciendo el paso de la electricidad mediante kits de pintura eléctrica que encontraremos en nuestro concesionario. Si por el contrario no funciona ninguno, hay que revisar el cableado eléctrico y los fusibles correspondientes.
Todo ello, además de proporcionarle seguridad durante esta época del año, ayudará a aumentar el valor de venta de su coche en un futuro.
Calefacción y climatizador
Resulta obvio que uno de los aspectos más importantes a controlar es el sistema de calefacción de nuestro coche. Compruebe que la temperatura aumenta de forma progresiva tras unos minutos de haber encendido el motor. Verifique que todas las salidas de aire no se encuentran obstruidas, especialmente la que se haya orientada hacia el parabrisas, ya que es la única forma eficaz de desempañar la luna delantera.
Aunque suene contradictorio, también es importante controlar el buen funcionamiento del climatizador, debido a que es recomendable hacerla funcionar al menos 10 minutos al mes para evitar que las juntas del circuito interno se sequen y así evitar problemas futuros. Además, como el aire que despide el aire acondicionado de nuestro vehículo es seco, ayuda a hacer desaparecer rápidamente el vaho de las lunas.
La batería
Uno de los puntos más críticos en épocas invernales. La batería es bastante sensible frente al frio, además de que se le exige un mayor esfuerzo al funcionar durante más tiempo la calefacción y las luces. Comience por comprobar el estado de los anclajes, y en el caso de baterías con mantenimiento, verifique el nivel del electrolito, rellenando con agua destilada en caso necesario. Una batería en buen estado le asegura el buen funcionamiento del vehículo y dará una buena imagen en caso de que decida vender su coche en el mercado de ocasión.
Los faros
En invierno, los días son más cortos y generalmente sale a trabajar cuando aún es de noche y vuelve cuando ya está oscureciendo, y es por ello que el buen funcionamiento del sistema de alumbrado es primordial. Debe de controlar todos los faros, incluidos los antiniebla ya que los necesitará mucho más a menudo, tanto delanteros como traseros.
Además de comprobar que realmente funcionan, la calidad de la iluminación también es importante, por lo que debe de asegurarse de que los cristales de los faros se encuentran limpios y sin ninguna fisura o agujero. Los materiales plásticos de policarbonato empleados en los faros tienden a oscurecerse con el paso del tiempo, y es necesario recuperar su transparencia mediante kits de limpieza o contando con servicios profesionales.
Los neumáticos
Al igual que en verano, el estado de los neumáticos es muy importante para poder circular de forma segura. Realice un control rápido de la presión de los neumáticos y observe que no exista ningún corte o bulto extraño en ninguna de las ruedas. Si va a circular por zonas de mucha nieve, quizás le convenga plantearse el uso de neumáticos de invierno, ya que los de verano empiezan a perder su eficacia por debajo de los 7 ºC. Aunque en un principio pueda parecer caro, sepa que durante esa época no estará empleando los neumáticos de verano, y por lo tanto alargará el periodo de sustitución de los mismos. Además a la hora de tasar su vehículo, la opción de ofrecer dos tipos de neumáticos aumentará el valor de tasación.
Por último, y lejos de parecer alarmistas, sepa que se puede dar la circunstancia de que se quede atrapado durante un largo periodo de tiempo dentro de su vehículo, ya sea por cuestiones meteorológicas o de atascos. Es por ello que hay una serie de elementos que debe de llevar dentro de su coche para hacer frente a estas posibles eventualidades: