El retrovisor provisto de esta función previene al conductor que quiere cambiar de carril de la presencia o ausencia de un vehículo en este ángulo muerto.
¿En qué consiste?
Entre la imagen que refleja el retrovisor y lo que el conductor ve a través de la ventana de su puerta, existe una zona donde la vista no alcanza a ver y que podría esconder un coche adelantando: es el ángulo muerto del vehículo. Esta función, equipada en los retrovisores, soluciona dicho problema.
¿Para qué sirve?
El retrovisor provisto de esta función previene al conductor que quiere cambiar de carril de la presencia o ausencia de un vehículo en este ángulo muerto. Un retrovisor ligeramente convexo puede solucionar a medias este problema, pero sin ser del todo definitivo.
¿Cuáles son los vehículos implicados?
Cuando vaya a comprar su coche, este sistema viene generalmente de serie en los vehículos de gama alta de algunos fabricantes como Audi, BMW, Mercedes o Volkswagen. Es conveniente sobre todo para los conductores que no quieren prestar especial atención a la circulación de la vía adyacente o que tengan problemas para girar la cabeza.
¿Cómo funciona?
Unos sensores se encargan de controlar los vehículos que circulan por los lados del coche. En caso de detección, un indicador visual se ilumina en el retrovisor exterior si el conductor había puesto el intermitente. Esto se debe a que el interés de este sistema es únicamente el de advertir cuando sea estrictamente necesario y así evitar molestias innecesarias al conductor y a su concentración. Los dos laterales del coche funcionan del mismo modo. Volvo fue el primer constructor que comercializó este sistema al vender sus coches, bajo la denominación BLIS (Blind Spot Information System). La tecnología empleada por el fabricante en este caso consistía en una cámara numérica montada en cada espejo retrovisor orientada hacia la zona del ángulo muerto. Una segunda opción menos costosa y más reciente fue elegida por los otros fabricantes: el radar de 24 Ghz situado en el parachoques trasero. Este controla un campo de visión de 150º en un radio de 6 a 10 metros. Opuestamente al sistema con cámara, esta tecnología funciona en cualquier situación o condición meteorológica, incluso de noche con los faros apagados.
Lo que hay que recordar.
Este dispositivo de seguridad tiene un defecto importante: su precio que ronda los 500€, acorde a la tecnología requerida para su funcionamiento. Audi propone además un plus a esta función con el Side Assist: la vigilancia activa de los carriles adyacentes. Ya no es solo cuestión de controlar el ángulo muerto, sino también los otros dos carriles intermedios con un alcance de 40 metros, con el objetivo de aportar al conductor información rápida del flujo de circulación donde las diferencias de velocidad pueden ser determinantes.
Las ventajas
Los inconvenientes
- Coste elevado de esta tecnología