Los cambios de marchas de la caja de cambios son automáticos, tanto para embragar como para el paso de una marcha a otra. Esta tecnología no es algo novedoso, ya que se empleaba desde principios de 1900.
¿En qué consiste?
La automatización del cambio de marchas facilita ante todo la conducción. El cambio de una marcha a otra se realiza en el régimen apropiado, según el conductor favorezca una conducción ahorradora o deportiva. La automatización permite igualmente salvaguardar la parte mecánica contra los errores cometidos por parte del conductor, como un régimen excesivo o el uso prematuro del embrague.
¿Cuáles son los vehículos implicados?
El cambio automático está enfocado a todos los conductores, incluso para aquello que prefieren una conducción dinámica. De hecho, algunos de los productos más recientes, como la caja de cambios ZF equipada por Audi y BMW, son capaces de realizar un cambio de marchas más rápidamente que el de un conductor con un cambio manual.
¿Cómo funciona?
Los diferentes cambios de marchas no se realizan mediante pares de piñones como en una caja de cambios manual, sino por engranajes epicicloides. No obstante, la mayor diferencia reside en la presencia de una multitud de mini-embragues regulados electrónicamente, que explican los cambios sin tirones de las producciones actuales. En cuanto a la suavidad en los arranques, se debe a un conversor hidráulico que remplaza al embragado de las cajas de cambios manuales. El mayor inconveniente de un cambio automático es su ligero sobreconsumo debido a la bomba hidráulica de mando de los mini-embragues y al conversor. Otro tipo de tecnología, el variador CVT, modifica la marcha empleando una correa entre dos poleas de diámetro variable.
Lo que hay que recordar.
Facilitar la conducción es añadir al mismo tiempo confort y seguridad. Si el conductor no es un experto, el programa electrónico puede ayudarle a seleccionar el cambio más económico. La fiabilidad de las cajas de cambio automáticas ha sido siempre un problema mayor durante muchos años, pero la experiencia de estos últimos 15 años demuestra que esta tecnología ha alcanzado actualmente su madurez. Aún queda pendiente su coste superior, de alrededor de 2000 €, respecto a al cambio manual. En conclusión, la tecnología de la caja de cambios automática convencional descrita aquí, bien podría ser progresivamente reemplazada por la de la caja de cambios de doble embrague, más competente.
Las ventajas
Mayor confort en la conducción
Paso de una marcha a otra suave
Los inconvenientes
- Supone un sobreconsumo
- Coste elevado