Esta función es a la vez un dispositivo de seguridad y de confort, que evita que nos olvidemos de encender y apagar las luces de cruce.
¿En qué consiste?
Esta función es a la vez un dispositivo de seguridad y de confort, que evita que nos olvidemos de encender y apagar las luces de cruce.
¿Para qué sirve?
El encendido automático de los faros aporta confort en la conducción, eliminando el uso de los mandos repetitivo cada vez que entramos en un túnel o pasamos por zonas en penumbra, como puede ser al pasar por debajo de un puente. También evita que nos olvidemos de apagarlos después. Hoy en día, al comprar su coche, debe de saber que esta función se está generalizando en casi todos los vehículos y que resulta conveniente en particular para aquellos conductores que efectúan trayectos largos de forma frecuente.
¿Cuáles son los vehículos implicados?
Este equipamiento puede venir de serie u opcional en casi todos los vehículos. También existe la posibilidad de añadirlo posteriormente, pero el sensor no podrá distinguir entre pasar por un túnel o si solamente estamos pasando por debajo de un puente, por lo que los faros se encenderán más a menudo.
¿Cómo funciona?
Uno o varios sensores formados por células fotoeléctricas miden el nivel de luminosidad exterior y gestionan en caso de necesidad el encendido de las luces de cruce. El conductor que quiera disponer de esta función, simplemente debe de situar el mando en modo automático, aunque la función manual tradicional siempre está disponible. El apagado también se efectúa de forma automática tras unos segundos de exposición a la luz de día. Su uso es bastante simple y el conductor puede poner las luces largas o hacer señales luminosas sin cambiar nada.
Lo que hay que recordar.
Cuando nos encontramos con condiciones de visibilidad reducida o inferior a 150 metros, tanto de noche como de día (niebla, lluvia, nieve), no usar las luces de cruce supone infringir el código de circulación. El montaje en fábrica de dicho equipamiento de seguridad y confort viene siempre junto al sensor de lluvia, ya que ambos sensores van situados en el mismo lugar. Al comprar su coche al fabricante, está opción suele rondar los 100€ y la mitad si es como accesorio, aunque hay que añadirle el coste de la mano de obra.
Las ventajas
+ Confort en la conducción
+ Disponible para todos los tipos de faro
Los inconvenientes
- Acostumbrarse a la automatización