Las partículas son residuos ínfimos de carbono no quemado, del orden de 10 a 100 micras, expulsadas por los gases de escape de los motores Diésel. Un filtro de partículas (FDP) situado en el tubo de escape retiene estos hollines para quemarlos.
¿En qué consiste?
Las partículas son residuos ínfimos de carbono no quemado, del orden de 10 a 100 micras, expulsadas por los gases de escape de los motores Diésel. Un filtro de partículas (FDP) situado en el tubo de escape retiene estos hollines para quemarlos. El FDP fue lanzado en el año 2000 por PSA en el Peugeot 607 y fue rápidamente imitado por otros constructores.
¿Para qué sirve?
A causa de sus efectos cancerígenos, las emisiones de partículas están siendo reducidas de forma progresiva por la normativa europea. La norma actual Euro 5 limita estos deshechos a solamente 5 miligramos por kilómetro en lugar de los 140 mg/km de hace 15 años. El filtro de partículas es uno de los elementos de descontaminación que permiten hacer frente a la nueva normativa.
¿Cuáles son los vehículos que la poseen?
En el caso de coches potentes o pesados (Ej.: Renault Laguna, BMW Serie 3), es difícil adaptarse a la última normativa sin este tipo de equipamiento. Los coches más ligeros como un Citroën C3 pueden cumplirla si la combustión de su motor está optimizada.
¿Cómo funciona?
Las partículas se almacenan en el filtro constituido por micro-pliegues. Una vez está saturado, la temperatura de los gases es aumentada con el fin de quemarlas. Los FDP de los modelos de Peugeot y Citroën necesitan añadir, con una concentración del 0,05%, un producto a base de cerina denominado Eolys en el depósito de gasóleo para eliminar los hollines a una temperatura de solamente 450 ºC. La tecnología de la mayor parte de los otros constructores no necesita aditivos pero la temperatura de eliminación de los hollines tiene que alcanzar los 550 ºC, lo que puede aumentar el consumo en un 0,5%. Cabe señalar que la formación de partículas se reduce limitando la temperatura de combustión, pero en detrimento del consumo.
Lo que hay que recordar.
Un FDP reduce prácticamente a cero las emisiones de partículas, lo que supone una ventaja debido a su nocividad. La adición del Eolys es realizada por un mecánico cada 80 000 o 120 000 km con un coste medio de 140 euros. Desde hace varios años, los filtros de partículas son concebidos para alargar la vida del vehículo.
Las ventajas
Suprime las emisiones de partículas y su efecto cancerígeno
No se trata solo de un filtro, sino que también las quema
Los inconvenientes
- Obstaculiza el menor consumo de los Diésel