Las ruedas traseras también pueden girar, aunque en menor grado, gracias a la adición de un sistema de dirección.
¿En qué consiste?
Este tipo de vehículo conserva las ruedas principales directrices en el eje delantero. Pero en este caso las ruedas traseras también pueden girar, aunque en menor grado, gracias a la adición de un sistema de dirección.
¿Para qué sirve?
El interés que plantea el tener un eje trasero director es poder facilitar las maniobras a velocidad reducida y mejorar la estabilidad a velocidades elevadas. Por debajo de 60 km/h, las ruedas traseras giran en sentido opuesto a las delanteras. En el Renault Laguna, el diámetro de giro pasa de ser de 12,05 a 10.8 metros. Por encima de esta velocidad, las ruedas traseras giran en el mismo sentido que las delanteras. En cualquier caso, el giro está limitado a unos 2-3º máximo. Estos valores son más que suficientes a altas velocidades para influir sobre el comportamiento del coche. Este entrará en la curva con menor efecto de rotación, lo que facilita la estabilidad de la carrocería. Por último, el dispositivo interviene también en las frenadas sobre la adherencia asimétrica para mantener el vehículo recto y aprovechar una potencia de frenada mayor.
¿Cuáles son los vehículos implicados?
Si está pensando en comprar un coche nuevo o de ocasión, no se preocupe, ya que no se trata de una nueva tecnología. Varios fabricantes japoneses ya la habían comercializado en los años 80 y 90, pero se abandonó por razones de fiabilidad. Hoy en día, se ha vuelto a poner en marcha este sistema gracias al progreso de la mecatrónica, pero su uso aún es marginal. Las 4 ruedas directrices vienen de serie en Europa en el Renault Laguna GT 4 Control (berlina, estate y Cupé), al igual que en los BMW Serie 5,Serie 5 Gran Turismo y Serie 7 (1900€ junto con la dirección activa).
¿Cómo funciona?
El giro de las ruedas traseras funciona gracias a un activador eléctrico, controlado electrónicamente por completo. Las ruedas traseras no poseen columna de dirección (unión mecánica). A bajas velocidades, el desplazamiento lateral del eje trasero disminuye el radio de giro. A altas velocidades, particularmente para giros cortos y seguidos, como cuando se esquiva un obstáculo, el coche gira como si se desplazase lateralmente, lo que reduce su rotación sobre el mismo y mejora su comportamiento. Finalmente, con el objetivo de limitar los esfuerzos mecánicos, el giro solo se produce a partir de 2 km/h.
Lo que hay que recordar.
El conductor se habitúa rápidamente al radio de giro mayor a bajas velocidades. Esto puede suponer que se deba volver a acostumbrar a las maniobras menos sencillas cuando se vuelve a poner al volante de un coche con dirección delantera únicamente.
Las ventajas
+ Mayor maniobrabilidad a bajas velocidades
+ Mayor estabilidad a altas velocidades
Los inconvenientes
- Tecnología muy marginal