La actual situación económica ha creado una cierta resistencia por parte de los conductores a vender su coche, lo que se ha traducido en un aumento de la antigüedad del parque del automóvil hasta los 9,5 años de media.
Lo que muchos no saben es que aunque su vehículo no aparente dar ningún tipo de problema en su funcionamiento, el precio de venta de este disminuye hasta un 50 % de su valor original. Del mismo modo, los conductores que desean cambiar de coche, hoy en día se decantan por los coches “kilómetro cero”, de segunda mano con poco rodaje o incluso por las opciones más baratas con muchos más kilómetros a cuestas.
¿Cómo puede llegar a afectar el paso del tiempo en el valor de tasación de nuestro coche desde el mismo momento de su matriculación? El rodaje del vehículo es un aspecto fundamental a la hora de tasar un coche de segunda mano para su venta, ya que a más edad y kilómetros, se hace cada vez menos seguro circular tanto por carretera como por ciudad. De acuerdo con los estudios realizados por Audatex, una compañía especializada en soluciones de valoración de siniestros, un coche que tenga entre uno y dos años de antigüedad suele recorrer unos 22.900 kilómetros de media y esta cifra va disminuyendo conforme en coche tiene más edad, hasta llegar casi a la mitad en los vehículos de 9 años, con tan solo un rodaje de 12.000 kilómetros al año.
Esta misma compañía que la desvalorización de nuestro coche empieza a darse desde que lo matriculamos, donde su valor disminuye ya en un 18 % de su precio original. La tasación de nuestro coche sigue cayendo durante sus 6 primeros años a razón de un 10 % anual, que coincide con el periodo de mayor rodaje de los vehículos en general. A partir de este momento, el menor uso que se le da al coche hace que la pérdida de valor se ralentice hasta un 5 % por año que pasa, hasta llegar a los 9 años, donde el vehículo cuesta un 84 % menos que cuando lo compramos nuevo.
Otro de los puntos clave a tener en cuenta cuando compramos un coche de ocasión, es el mantenimiento extra que vamos a necesitar para que nuestro coche pueda seguir circulando en perfectas condiciones. Esto se debe a que a partir de los 4 años, el coste de la puesta a punto aumenta de forma considerable por el mayor uso que se le ha dado al coche, y a partir de los 6 años, esta cantidad puede llegar a duplicarse.
Todos estos factores comprometen nuestra seguridad, aumentan los costes de mantenimiento y desvalorizan el precio de venta de su coche, por lo que lo ideal es que los conductores cambien sus vehículos cuando estos cumplen los 4 o 5 años de antigüedad.