El reposacabezas se activa de forma automática cuando se circula rápidamente en caso de choque por detrás. Su función es la de limitar el retroceso y evitar traumatismos de las vértebras cervicales, comúnmente conocido como latigazo.
¿En qué consiste?
El reposacabezas se activa de forma automática cuando se circula rápidamente en caso de choque por detrás.
¿Para qué sirve?
En el supuesto de una colisión trasera, las cabezas de los ocupantes del vehículo se desplazan respecto a los asientos. Los reposacabezas intervienen limitando este retroceso y evitando traumatismos en las vértebras cervicales, es decir, evitando el efecto que se conoce comúnmente como “latigazo”. Es importante saber que el reposacabezas no se encuentra siempre en contacto y un retroceso de unos pocos centímetros puede ser suficiente para provocar dichos traumatismos. El reposacabezas activo fue creado para evitar este peligro concreto. Se desplaza automáticamente hasta hacer contacto con la cabeza desde que se produce la colisión.
¿Cuáles son los vehículos implicados?
El reposacabezas activo fue inventado por Saab que lo comercializó por primera vez en 1996 en su modelo 9-5. Este equipamiento se comercializa a día de hoy en multitud de marcas, pero generalmente en sus modelos de gama alta.
¿Cómo funciona?
Su funcionamiento es totalmente mecánico. En caso de colisión trasera, la espalda del pasajero se hunde en el respaldo y empuja una palanca que desplaza el reposacabezas hacia adelante. Este equipamiento no es de tipo pirotécnico como un airbag, y es reutilizable. Existen diferentes variantes en el modo de funcionamiento en el mercado, principalmente para saltarse la patente de Saab. El sistema Renault (anti-whiplash) crea un hundimiento de los hombros sobre el respaldo para acercar la cabeza hacia el reposacabezas. El dispositivo de Volvo (WHIPS) desplaza el conjunto del respaldo.
Lo que hay que recordar.
El reposacabezas nunca es opcional, tiene que venir de serie en el modelo de coche que buscamos. Lexus ha ido más allá presentando un reposacabezas motorizado que se desplaza hacia adelante antes incluso del choque gracias a un radar situado en la parte trasera del vehículo. Según un estudio de Volvo, su sistema WHIPS reduce las lesiones a corto plazo en un 33% y las que son a largo plazo (es decir, con secuelas que duran más de un año) en un 54%. Por otro lado, este sistema resulta más beneficioso para las mujeres: reducción en un 50% de las lesiones a corto plazo y en un 75% en las de largo plazo.
Las ventajas
Mayor seguridad en caso de colisión trasera
Funcionamiento automático y voluntario.
Los inconvenientes
- No se encuentra aún disponible en los vehículos de gama más baja